Las protestas en Madrid contra las negociaciones del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para formar gobierno en España, que podrían incluir amnistía para separatistas, se intensificaron la noche de este jueves, hora local.
España: Un centenar de días después de las elecciones, Pedro Sánchez ya puede respirar aliviado, volverá a ser investido presidente del gobierno. Luego de haber sellado su acuerdo con Esquerra Republicana, hizo lo propio con Junts per Cataluña, el partido del irredento expresidente Carles Puigdemont.
El pacto enardeció a la derecha, con protestas diarias en las calles, lo que augura una legislatura convulsa y un clima de tensión. El cual, este jueves, se vio aún más alterado por el ataque al expresidente del Partido Popular de Cataluña y cofundador de Vox Alejo Vidal-Quadras. El político fue atacado en Madrid por un hombre que escapó en una moto. En principio, que el ataque tenga un móvil ideológico, Vidal-Quadras recordó ante la policía sus buenos vínculos con la oposición iraní.
En España, esta noche, cerca de ocho mil personas se enfrentaron con la policía y acusaron al presidente español de “criminal”. Al menos diez personas fueron detenidas en Madrid, por nuevos incidentes que se registraron frente a la sede del partido socialista. Las protestas se repiten desde el pasado viernes, fue la más numerosa, según informó la agencia ANSA.
Un grupo de los manifestantes quemó mobiliario urbano y lanzó petardos, bengalas y botellas de cerveza a los agentes policiales, que de inmediato respondieron. Algunos violentos hicieron el saludo fascista y cantaron el “Cara al sol”, el himno de la Falange, partido fascista.
Según agencias internacionales, los manifestantes, con rostros cubiertos, lanzaron insultos al rey como “Felipe, masón, defiende la nación” y otros dedicados al propio Sánchez. El corresponsal de CNN Pau Mosquera se encontraba en medio de las protestas en el centro de la ciudad y fue testigo de detonaciones y botellas lanzadas durante la manifestación.