«La riqueza de las naciones es obra de las naciones no de sus gobiernos», aclaró Juan Bautista Alberdi, «Lo peor del despotismo no es su dureza, sino su inconsecuencia, y sólo la Constitución es inmutable.“
Todos los 29 de agosto se conmemora el día del abogado en Argentina, en referencia a Juan Bautista Alberdi, en coincidencia a la celebración de su nacimiento, que fue el 29 de agosto de 1810, en la Ciudad de San Miguel de Tucumán, Provincia de Tucumán.
Alberdi como los grandes pensadores del siglo XIX fue multifacético, abogado, economista, diputado, escritor, musico y autor de «Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina». Este texto fue fuente de inspiración de la Constitución Nacional de 1853.
«Recordemos a nuestro pueblo que la patria no es el suelo. Tenemos suelo hace tres siglos, y sólo tenemos patria desde 1810. La patria es la libertad, es el orden, la riqueza, la civilización organizados en el suelo nativo, bajo su enseña y su nombre, afirmo Juan Bautista Alberdi»
Alberdi fue una de los pensadores más influeyentes del siglo pasado, miembre de la Generación del 37. En 1835 fundó junto con Juan María Gutierrez y Esteban Echeverría, el salón literario, un espacio de difusión de ideas ligadas al romanticismo europeo.
Se exilió en Europa y Sudamerica por ser opositor político a Rosas. Vivió en Chile, donde trabajo como abogado y periodista. En 1855 fue nombrado representante d ela Conferación Argentina en París, Madrid y Londres, cargo en el que logró varios acuerdos.
«La democracia es la libertad constituida en gobierno, pues el verdadero gobierno no es más ni menos que la libertad organizada»
Alberdi fue un ferviente opositor a la guerra con el Paraguay. Regreso a Buenos Aires en 1879, cuando obtuvo una candidatura a diputado, se enfermo y vuelve a Francia, donde fallecio el 19 de junio de 1884. Sus cenizas descansan en la Casa de Gobierno de Tucumán.
«Hay que combatir el hambre y la ignorancia, porque el hambre se vende y la ignorancia se equivoca, resaltó Juan Bautista Alberdi, 1866»
