Desertó el tercer funcionario por los favores de Mondino al buque de capitales chinos para llevarse la merluza negra dentro de las 200 millas. El escandalo sacude el entorno de cancillería.
Por el escandalo de la pesca ilegal de merluza, Guillermo Abdala Bertiche, decidió dar un paso al costado a su cargo. El funcionario se desempeñó como director nacional de Acuicultura hasta el miércoles.
El primero en renunciar fue Julián Suárez quien ejerció el rol como director de Control y Fiscalización Pesquera desde el gobierno de Alberto Fernández. La dimisión de Suarez desató el escándalo por las supuestas presiones de Cancillería para proteger al barco que depredaba merluza negra en mar argentino.
La renuncia de Suarez generó un efecto domino, a él, le siguieron primero Pablo Ferrara Raisberg, coordinador general en el Ministerio de Relaciones Exteriores y familiar político de Diana Mondino y en las últimas horas, Guillermo Abdala Bertiche.
El escandalo comenzó cuando un barco de bandera nacional, pero de capitales chinos, tenia en sus bodegas mayor cantidad de merluza negra que la permitida. El Consejo Federal Pesquero resolvió en 2023 reducir al 1,5% de la capacidad de bodega. El buque Tai An puede transportar 1.000 toneladas en sus bodegas, el barco llevaba 142 toneladas de merluza negra, muy por encima de su permitido.
Desde el sector que manejaba Suarez quisieron hacer que el navío vuelva a puerto, pero desde cancillería le bajaron el pulgar. Según lo trascendido, Ferrara Raisberg había sido el autor del llamado desde Cancillería que pidió concretamente que el buque en cuestión no sea obligado a regresar al puerto de Ushuaia para ser allanado, con la consecuente apertura de un sumario.
Esta situación se suma a la del polémico proyecto que venia incluido en la “Ley Ómnibus”, cuando el gobierno quería desregularizar la pesca. Donde se permitiría que cualquier buque pudiera explotar las aguas argentinas sin respetar las 200 millas, mientras pague un canon.