José Alperovich el ex gobernador y senador por Tucumán fue condenado a prisión y inhabilitación especial perpetua para el ejercicio de la función pública. La justicia llego a condenar al poder real, este crimen no queda impune
El juez Ramon Padilla condenó a José Alperovich a 16 años de prisión al ex gobernador y ordenó su inmediato encarcelamiento. Dispuso la inhabilitación especial perpetua para el ejercicio de la función pública en todos los ámbitos: nacional, provincial y municipal, tal como lo había reclamado la fiscalía. Ordenó que la sentencia quede firme, se realice la extracción del perfil genético de Alperovich para que sea remitido al Banco de Datos Genéticos, para que queden vinculados a las causas por delitos contra la integridad sexual.
El tribunal ordenó investigar por falso testimonio a Manuel Frías, que trabajó como mozo para el dirigente, a Victor Hugo Decataldo empresario de transporte que también tuvo una relación sentimental con Sara, hija del acusado y a David Cayatta, ex chofer y ex custodio del ex mandatario provincial.
La fiscalía lo acusó de mentirle en la cara al juez, Ramon Padilla ordenó además que se envíen al Ministerio de Salud los testimonios brindados en el juicio por las dos psicólogas con el objetivo de que se evalúe la conducta ética de las profesionales.
El expediente se inició cuando denunció los hechos a fines de 2019, mientras se desempeñaba como asistente de Alperovich en el Senado de la Nación, de donde el tucumano fue apartado. La denunciante indicó que los abusos y ataques se produjeron en Tucumán y en un departamento del barrio porteño de Puerto Madero.
Según se supo a lo largo del juicio, allegados a Alperovich llegaron a decirle que la buscaban como a Paulina Lebbos, haciendo referencia al crimen de la joven estudiante de Comunicación que fue asesinada y que ocurrió durante uno de los mandatos del imputado como gobernador. El fiscal Abraldes había considerado que “todos los sucesos de violencia sexual se cometieron mediante intimidación y con abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad”.
Para el fiscal, Alperovich se valió de su superioridad para concretar los abusos: “Avasallo totalmente a la víctima, la convirtió en un objeto de su placer sexual”, y sostuvo que debía tenerse en cuenta que no la reconoció como persona.
Desde El Adversario celebramos la condena al ex gobernador de Tucumán, pero pensamos que la justicia, el juez como fiscales aminoraron la pena, Alperovich es plausible de prisión perpetua. La justicia fue lenta y suave con este hombre que supo tener el poder absoluto en su provincia. Si festejamos que el poder en este caso no se valió de sus relaciones subterráneas para dejar impune su crimen. Que esta sentencia sea una sentencia testigo para otros casos que esperan justicia. Parece que en esta Argentina hay un cambio de era, donde lo primitivo cede el paso a la justica, el valor de la persona, a sancionar a quien delinque sin importar su poder.