Argentina conmemora los 172 años del fallecimiento de José de San Martin. El libertador fue el protagonista fundamental de la libertad de Argentina, Chile y Perú.
El 17 de agosto de 1850, José de San Martin, murió en Boulogne Sur Mer (Francia). Su figura fue uno de los símbolos de la Independencia nacional, por eso, es considerado “Padre de la Patria”.
El libertador nació el 25 de febrero de Yapeyú, en la provincia de Corrientes. Fue un militar y político argentino, y uno de los libertadores de Argentina, Chile y Perú. Se legado lo convirtió en un hombre indispensable para la emancipación de los pueblos americanos.
A los 13 años se incorporó al ejército español y participó como voluntario en riesgosas misiones en el Norte de África. A los 15 fue ascendido a oficial. Según fuentes, en 1808, cuando ocurrió el motín de Cádiz, buscó asilo en una ermita de la Virgen y que enfurecida, la turba le perdonó la vida al estar bajo el amparo de “la Madre de Jesús”.
Su vuelta a Argentina
San Martín, retornó a Buenos Aires en 1812, bajo el grado de teniente coronel. A su llegada se puso al servicio de la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. El prócer, fue el creador del Regimiento de Granaderos a Caballo que tuvo su bautismo de fuego en el combate de San Lorenzo.
Más tarde se le encargó la jefatura del Ejército del Norte, en reemplazo del general Manuel Belgrano. Allí concibió su plan continental, comprendiendo que el triunfo patriota en la guerra de la independencia hispanoamericana solo se lograría con la eliminación de todos los núcleos realistas.
“Necesitamos pensar en grande: si no lo hacemos, nosotros tendremos la culpa”, le escribió San Martín al diputado por Mendoza Tomás Godoy Cruz dos meses antes de la declaración de la Independencia, en mayo de 1816.
En 1817, con mas de 4000 hombres, consiguió una de las proezas más importantes, el Cruce de los Andes. De esta forma, y en pocos años logro la independencia de Chile, para luego ascender hacia el Perú.
Luego de la entrevista con Simón Bolívar, en 1822, el general se puso a disposición y le entregó el mando de sus tropas al jefe militar venezolano. Partió hacia Europa, donde murió el 17 de agosto de 1850.
