Cada 20 de junio, en Argentina se conmemora el paso a la inmortalidad de Manuel Belgrano, quien fuera el creador de la bandera nacional.
El 20 de junio de 1820, falleció a los 50 años, Manuel Belgrano, creador de la bandera. A partir de esa fecha, se celebra el Día de la Bandera en conmemoración del paso a la inmortalidad de su autor.
Belgrano fue abogado, político, militar, propulsor de proyectos económicos. Tuvo una figura destacada del ciclo histórico y político que se abrió con la Revolución de Mayo. La conmemoración del 20 de junio se instituyó por decreto en 1938, por el entonces presidente de la Nación, Roberto Marcelino Ortiz.
La bandera celeste y blanca se alzó por primera vez, durante las luchas por la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Fue en las Barrancas de las Ceibas, a orillas del río Paraná, junto a los soldados de las baterías Libertad e Independencia. Dicho ejército era liderado por Manuel Belgrano, jefe militar del Ejército del Norte, destinado a resistir el avance realista desde el Alto Perú.
Su creación, la primera bandera, sus usos y costumbre
María Catalina de Echeverría de Vidal, hermana de José Vicente de Echeverría, compañero de Belgrano en la misión al Paraguay, fue quien confeccionó a mano la primera bandera. El trabajo le demandó a María Catalina cinco días solo tenía dos franjas, una blanca por el lado del asta y otra celeste por fuera.
Luego de la Declaración de la Independencia, los diputados Juan José Paso y Esteban Agustín Gascón, solicitaron que se aprobara su uso oficial. Pero esta vez, estaría conformada por tres franjas horizontales celeste y blanca.
El sol de mayo, que se ubicaría en el centro, sobre la franja blanca, fue incorporado 2 años más tarde, en 1818. Esta bandera con el sol, tenía como particularidad ser utilizada en los edificios públicos y el Ejército.
En 1985, el presidente Raúl Alfonsín, dictó la Ley 23.208 que estableció que solo existe una bandera para todos los argentinos y las argentinas. De esta manera, cualquier particular o empresa privada pudiera flamearla.
